Productos recomendados de Dominio del Pidio

En el siglo XII el rey Alfonso VIII de Castilla entrega a los monjes de Silos una quintana de la Ribera situada a ocho leguas del monasterio a cambio de una propiedad en Tordesillas. Ese lugar resulta tan valioso por una única razón: sus viñedos. Es entonces cuando se convierte en la bodega de los monjes. En un comienzo se la conoce como Arpidio, nombre de su antiguo propietario, pero con el tiempo el municipio pasa a llamarse Quintana del Pidio.

Durante el siglo XVI la demanda de vino de Quintana del Pidio no deja de crecer y surge un barrio entero de la población que decide dedicarse a la elaboración de vino.

Tras la desamortización de Mendizábal (S.XIX) los monjes se ven obligados a abandonar el monasterio, quedando este desvinculado de Quintana del Pidio y sus bodegas. Cinco décadas después se establece una nueva comunidad de monjes benedictinos procedentes de la abadía de Ligugé, lo que salva al monasterio de su desaparición.

Durante el siglo XX Silos no deja de cobrar importancia como patrimonio histórico y cultural. Los visitantes aumentan sin parar, atraídos por el claustro y los cantos gregorianos de sus monjes. También se recupera el vínculo con Quintana del Pidio que empieza a ganar cada vez más importancia gracias a la apertura de nuevas bodegas como Cillar de Silos.

Durante este último siglo los hermanos Aragón, continuando su legado, han recuperado el antiguo barrio de bodegas de Quintana del Pidio. Mediante la restauración del complejo subterráneo de elaboración de vino más antiguo de España, han tratado de restaurar la esencia de lo que fue. Así es como nace Dominio del Pidio.