Beatriz Herranz se reencuentra con el verdejo mientras estaba sumergida en un proyecto de recuperación de viñas viejas de garnacha en Cebreros, elaborando un vino llamado La Fábula. Con ese proyecto finalizado, regresa a La Seca (Valladolid), a los viñedos familiares, en concreto, a las viñas descepadas de su abuelo, para comenzar esta aventura con una pequeña bodega, dedicándose en cuerpo y alma al verdejo. Barco del Corneta es el fruto de su experiencia personal y profesional tras años vinculada al mundo de las viñas y el vino.