Envidia Cochina 2021

Nota de cata

• Color: amarillo limón con tonos verdosos, denso y glicérico. En nariz presenta una amplia gama de aromas de larga intensidad donde destaca la salinidad, la fruta blanca y amarilla de hueso, toques marinos, recuerdos de flores blancas y cítricos que aportan frescura.
• En Boca es muy elegante, con sensaciones de fruta en almíbar y balsámicos procedentes de la crianza sobre lías con recuerdos anisados, hinojo, con una excelente acidez, graso, fresco, muy sabroso, persistente, postgusto largo con tonos minerales y algún toque amargo excelente. Muy goloso.

Elaboración y crianza

Envidia cochina - Tête de Cuvée, se produce en terruños con condiciones  excepcionales, con una viticultura y proceso de elaboración singulares. Las viñas tienen una edad media de más de 30 años, llevando más de ocho de transición a la biodinámica.

Los viñedos se encuentran distribuidos en zonas privilegiadas dentro de la variada orografía del Val do Salnés. La vendimia fue durante segunda  semana de octubre, desechando a finales de julio el exceso de racimos en cada cepa dejando una reducida cantidad que llegue en condiciones óptimas de concentración a la vendimia. Tras la selección de los racimos en Bodega y posterior maceración (8-10 horas) es fermentado con levaduras indígenas procedentes del pie de cuba realizado días antes a una baja temperatura y muy prolongada en el tiempo. Posteriormente a su fermentación, seleccionamos la parte superior de las cubas de esa añada con mayor carga frutal (Tête de Cuvée). Tiene una crianza sobre sus propias lías finas, realizándose batonage semanal, durante 6 meses y se ensambla con un 15 % de la añada anterior destinada a Frore de Carme (el cual estuvo en crianza sobre sus lías finas con batonage mensual, durante 1 año, más 3 meses con lías de la añada siguiente, más  otros 3 meses madurando en cuba de inox).

¿SABÍAS QUÉ...? Eladio Piñeiro fue quien fundó en el año 1983 las Bodegas Mar de Frades. Debido a que nunca tuvo los deseos de poseer una bodega de grandes dimensiones, aunque sí de elaborar un vino personal, y a que su pareja sufrió una dolencia grave, decidió desprenderse de esas bodegas y apartarse temporalmente del mundo vitivinícola hasta que, una vez superadas estas circunstancias, vuelve de lleno al sector con Adega familiar Eladio Piñeiro.