br> En boca se muestra manteniendo su centro de vida gracias a su estructura tánica pulcra; satinada por su suavidad que se enriquece de una corriente fresca, gracias a su acidez. Su contenido en azúcar parece casi gelatina, envolvente y acariciante. En copa se va moldeando con mano sabia, amplificando su campo aromático y sus constantes dulces.
La fermentación duró casi 6 semanas hasta que se paró de forma natural con 150 g/l de azúcar y 13% vol. Para terminar de redondear y aportar mayor complejidad al vino, se realizó la crianza en barricas de roble francés durante 7 meses.