Productos recomendados de Hacienda Calavia

La alianza de la Bodega Hacienda Calavia y la Bodega Marques de Reinosa en Autol (La Rioja), tiene más de 60 años de existencia, dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja.

Don Joaquín Garrada y Orate, primer Marqués de Reinosa establecieron su bodega en Autol en 1858. Orate fue un firme defensor de los viticultores españoles y de la producción de vinos de alta calidad durante su etapa como senador del reino de España, en este sentido.



La familia Cutillas, con más de 36 años de experiencia como promotores y productores de vinos españoles de alta calidad, junto con la Bodega Marqués de Reinosa y el talento combinado de la Enóloga Ana Rubio, han creado excepcionales combinaciones de vinos de Crianza y Reserva, para producir el ¨Grupo Hacienda Calavia¨.

Con un programa continuo de desarrollo y mejora de nuestros vinos, para dotar a cada uno de ellos de su propia personalidad e individualidad, sin perder de vista los gustos cambiantes y en evolución.

En los últimos años hemos desarrollado nuestros vinos rosados y blancos con la frescura y la calidad en mente. Como resultado, hemos tenido una muy buena respuesta a estas nuevas incorporaciones.

El cultivo de nuestros viñedos está continuamente vigilado por los servicios fitosanitarios del Gobierno de La Rioja. Cumpliendo siempre con los criterios específicos de tipo de suelo climatología situación geográfica de los viñedos, edad de los viñedos variedad de uva etc... a un nivel muy alto, ayudando a nuestra D.O.

La utilización de las más modernas máquinas automatizadas en nuestra bodega en continua evolución, permite que el proceso desde la vendimia, hasta su fermentación, y el desarrollo de la capa de la uva evolucione de forma menos agresiva, mediante un riguroso control de la temperatura, produciendo así un color y aroma más enriquecido para iniciar el proceso de creación del vino.

Los mejores vinos producidos de cada añada se colocan en barricas de roble francés y americano en un entorno climático controlado durante un mínimo de tres a cinco años, para permitir un envejecimiento más relajado.